Como que esta entrada también se me borró y la tengo que poner de nuevo u.u Bueno, ahí va :
Compartimos
números de teléfono y quedamos en vernos esa misma tarde. En mi
casa no sabía que ponerme. Después de varias combinaciones de
minifaldas y camisetas, pantalones y demás; me decidí finalmente
por unos jeans, una camiseta y mis Converse blancas. Simple, pero
bonita. Y me maquille un poco.
Quedamos
en encontrarnos en un parque. Yo llegué primera. Tomé mi teléfono
celular y me fijé la hora, había llegado con cinco minutos de
anticipación. Saqué mis auriculares y comenzé a escuchar a los
Beatles palmeando suavemente mi pierna con mi mano izquierda. Después
de terminar de escuchar la segunda canción, levanté la mirada y ahí
estaba él.
Lo
vi observándome desde lejos, sonriendo. Me había estado mirando
cuando cantaba la canción en voz baja. Embarazoso. Si.
Se
acerco manteniendo la hermosa sonrisa que llevaba. El también tenía
los auriculares, pero los guardó en su mochila.
Lo
recibí con otra gran sonrisa de mi parte. Apenas llegó donde yo
estaba, lo abracé. ¡Dios, si, lo abracé! Fué un impulso, es que
extrañaba demasiado sus cálidos y suaves abrazos. El me apretó mas
fuerte.
“Te
extrañe mucho este tiempo”, le dije mientras seguíamos abrazados.
“Y también a tus abrazos”, agregué sonriendo.
Rió.
“Yo también, demasiado. Si, lo sé. ¡Y necesitaba uno de
estos...!”
Por
fin nos apartamos. Nos sentamos en un banco, con unas hermosas flores
rojas a su costado.
-¿Que
escuchabas? Estabas muy concentrada- me preguntó sonriente.
-Adivina-
le contesté
-¿Nuestra
banda...?- A Nat se le iluminó el rostro.
-¿Alguna
vez dudas de mi? ¡Claro!- contesté realmente contenta de que haya
recordado.
Llamábamos
“nuestra banda” a los Beatles porque cuando eramos mas jovenes
cantabamos y escuchabamos todo el tiempo sus canciones. Éramos unos
verdaderos fanáticos. Y al parecer, lo seguimos siendo.
-¡Yo
también los estaba escuchando en mi Iphone!- rió- Evidentemente
seguimos siendo los mismos de antes- sonrió.
-Ni
lo dudes- sonreí- No hemos cambiado nada- le dije poniendo mi mano
en mi su hombro.
Sentí
que un calor recorría mi cuerpo al tocar su hombro. No se por qué
habrá sido...
-¿Cuál
estabas estabas escuchando...?- preguntó- Dejame adivinar, emm...-
pensó- ¡Ya se cuáĺ...!
Los
dos comenzamos a entonar al mismo tiempo la melodía de “A hard
day's night”. Había adivinado. Pero paramos cundo dice “I should
be sleeping like a log” porque comenzamos a reirnos.
-¡Correcto!
Realmente adivinaste- exclamé sonriendo.
-¿Dudas
alguna vez de mi...?- preguntó divertido, repitiendo la misma frase
que yo había dicho hace algunos minutos.
Reí.
-No.
Y nunca lo haré- sonreí
Me
sonrió.
-Yo
tampoco de ti.
Nuestras
miradas se conectaron por un momento. Amaba esos ojos cafés
observándome, junto a esa boca sonriente, con esos perfectos
dientes.
-Te
quiero muchísimo- le dije.
-Yo
mucho más- contestó.
Nos
abrazamos, otra vez muy fuertemente.
Espero sus comentarios (?